Se acaba febrero, el mes con el que tradicionalmente finalizaba el año,
el último mes del invierno, el momento de la purificación
que nos permitía entrar, renovados, en la primavera.
Quisiéramos cerrar este mes y esta estación que finaliza, con el poema que cierra nuestro libro Estación Invierno:
En los parques los árboles, en hilera,
querrían romper su quietud y encoger
sus ramas nudosas para abrazarse
el tronco y cubrir su desnudez.
Los abuelos, aves de paseo,
levantaron el vuelo de los bancos,
dejando desierta la alameda.
Emigraron a las estaciones cubiertas y allí ,
encorvados y agarrados a los bastones,
ven cómo pasa el tiempo y los viajeros,
con cuánta prisa pasa todo, sin detenerse,
también el invierno.
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