Artículo escrito por Paty Mix, sobre la presentación de nuestra última novedad editorial, Cuentos Madrileños de Emilia Pardo Bazán:
Para quienes trabajamos con la palabra es cuestión de primera importancia el cómo se nombran las cosas con el fin de rememorarlas o convocarlas a la existencia. Por eso valoro y destaco lo acontecido en el Mercado de Los Mostenses. Es que provengo de un país en el que, por más de cuarenta años, el fundamentalismo neoliberal ha re significado o desprovisto de sentido profundo el nombre de las cosas, los espacios y las relaciones, convirtiendo en la realidad y en el imaginario nacional el “mercado” en el lugar -no lugar- de la especulación financiera.
Pero existió antes allá (y todavía en algunos sitios), otro mercado. Uno que era espacio público, un lugar de compra y venta de productos de la tierra, de la manufactura, un espacio de encuentro social y visiones de mundo para la construcción de ciudadanías. Ese mercado que aún en algunos pueblos y ciudades de la América más profunda persiste, para el intercambio de productos agrícola y de saberes, muy inherente por cierto con el cultivar y por ende, con la cultura.
Por eso celebro las dos actividades que Ediciones Deliciosas y Libros de las Malas Compañías realizaron con el nombre de “Poetas en la Azotea”, porque son resistencia y a la vez semilla de una causa que cada vez requiere de mayores cauces. La gradezco también, porque la presentación del libro me permitió conocer el Madrid del siglo XIX, el barrio de Las Maravillas y la genialidad de Emilia Pardo Bazán en Cuentos madrileños; catorce narraciones de muy diversa temática, con finales magistrales y un humor sutil, en el que se aprecia con toda claridad lo que Ana Rossetti dice de la autora en el Prólogo: “Fue la única hija de un matrimonio que se preocupó por darle una esperada educación y por inculcarle la idea de que las mujeres no eran ni inferiores a los hombres ni seres adorables sino que tanto los unos como las otras tenían las mismas capacidades, cualidades, pasiones y miserias”.
En tiempos de cabezas sin cuerpo, de rostros sin boca y de saludos sin abrazos, este encuentro en la azotea, para el recital poético “Chulas y Chulapas”, como la reivindicación del creer y crear de la palabra de mujer, de visibilizar historias, motivos y luchas a través del homenaje a poetas madrileñas, (que según me enteré, habían nacido donde se les ha dado la gana), es un regalo que tiene la calidez del sol que acompañó a las y los que estuvimos ahí y en cada una de estas celebraciones (que también para eso son los mercados), y en donde los puestos de hostelerías aportaron la mixtura de sabor y textura para que nada falte al recordar a doña Emilia y a San Poeta Labrador.
Paty Mix
Mayo 2021
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